domingo, 11 de septiembre de 2011

~ADOLESCENCIA.

Hoy ha sido un día, digamos bastante cargado de emociones para mi. He aprendido cosas de la gente, cosas no muy buenas digamos. Ahora os las cuento.
Bueno, por lo general, supongo que si estas leyendo esto tendrás una edad aproximadamente como la mía, es decir eres un adolescente.
ADOLESCENTE, esa gran palabra, que es una fase en la que no puedes ser considerado como un adulto por los demás, ni tampoco quieres ser considerado un niño pequeño.
Esa etapa, en la que, y te lo digo por experiencia propia, tenemos tantas inseguridades.
INSEGURIDADES, esa otra gran palabra. Hoy he aprendido que las personas jovenes como nosotros tenemos muchas de estas, no se por que, no he hecho ningún estudio, pero supongo que será porque, no queremos sentirnos distintos al resto, diferentes. Y es que ese miedo a hacer el ridículo, nos puede siempre, pero, en verdad, si la gente no se arriesgase no serían nada en la vida, no tendríamos finales felices en las peliculas...
Otras palabras que de la que he aprendido mucho hoy son FALSEDAD y COBARDÍA, que si separadas ya suenan mal, imaginate al juntarlas.
Vamos prímero con la falsedad. La falsedad digamos que está estrechamente relacionada con las inseguridades, aunque no siempre, ya que si no te sientes seguro contigo mismo tendras que aprovecharte de los puntos débiles de los demás para hacer que tampoco ellos se sientan seguros con ellos mismos, e irás difundiendo todas sus debilidades por todos lados, entonces ahí es cuando echas mano de la falsedad, cuando utilizas a alguien para sentirte superior a los demás a costa de una persona humana, como TÚ.
Ahora continuamos con la cobardía, la cual deriba también de las inseguridades. La cobardía en mi opinión, es falta de confianza en uno mismo, es no fiarse de nadie, es pensar que todo saldrá mal, que no hay posibilidad de triunfo. Y al no confiar en nadie, pues nadie confiará en tí... y eso sinceramente, no es que apetezca mucho...
Así que, ya sabes, lo mismo que te dice todo el mundo, pero que al fin y al cabo llevan razón, sólo tú puedes decidir, que hacer, que ser, y como legar a serlo, por ello, no temas a nada y se tú mismo, y si a alguien no le gustas por como eres, es que no merece la pena que le honres con tu amistad.

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